Haile Selassie I, fue fundamental para la formación de la cultura Rastafari, que por su ejemplo de vida y su destacada labor al frente de su país en ámbitos de la política, economía, educación, salud y desarrollo social, entre otros, ocupa un lugar primordial dentro de la formación identitaria de los Rastafari. Por otra parte, mediante interpretaciones bíblicas sobre hechos de su vida y profundos sentimientos de fe hacia su persona, es considerado como el prometido y esperado Dios para la negritud en diáspora.  Kyrillos, de la Iglesia Copta Et

Tafari Makonnen, conocido a partir del año 1930 como Haile Selassie, cuando fue coronado emperador de Etiopía, nació el 23 de Julio de 1892 en Ejarsa Gora, un lugar ubicado a dieciocho millas de la ciudad de Harar, donde la cultura y los pueblos de la antigua Abyssinia se consideraban israelitas. Fue el décimo y único hijo sobreviviente del Ras Makonnen, perteneciente a la dinastía Shoa que descendía del linaje de reyes etíopes ligados a Menelik I, hijo de la unión del rey Salomón de Israel (hijo del rey David) y la reina Makeda de Saba.

Tafari fue educado de acuerdo a la tradición de la realeza: Aprendió geéz, amárico y francés. En 1906 su padre murió repentinamente y Tafari Makonnen fue enviado con otros nobles a la corte de Menelik en Addis Abeba, donde aprendió las practicas imperiales y a los ocho años se convirtió en Diácono; cuando tenia trece años, obtuvo el grado de Dejazmatch (Guardián de la Puerta); a los dieciseis años fue gobernador de Sídamo y a los dieciocho gobernador de Harar. En el año 1916 fue nombrado Regente y heredero del trono y para 1923 consiguió la anexión de Etiopía a la Sociedad de Naciones e instauró la prensa escrita, escuelas, hospitales modernos y decretó la erradicación de la esclavitud.

En 1928 fue proclamado Negus (Rey) de Etiopía y fue coronado públicamente el 2 de noviembre de 1930 por Abuna (obispo) Kyrillos, de la Iglesia Copta Etíope y se le nombró emperador Haile Selassie, Rey de reyes, Señor de señores, León Conquistador de la tribu de Judá, Raíz de David y Elegido de Dios.

Su coronación estuvo llena de esplendor y, el periódico Negro World presentó en primera plana la noticia que decía: “El pasado 2 de noviembre, una gran ceremonia ocurrió en Addis Abeba, la capital de Abisinia. Por los informes y las expectativas, las escenas eran de gran esplendor y serán recordadas largamente por los que estaban presentes. Muchas de las naciones principales de Europa enviaron representantes a la coronación, de tal modo, dieron sus respetos a la creciente nación negra que está destinada a jugar un gran papel en la historia del futuro del mundo” (Bobo News, Documento proporcionado por la Comunidad Rastafari Bobo Ashanti de California, Estados Unidos). Luego de la coronación, como primer asunto del gobierno, en junio de 1931 el emperador promulgó la primera Constitución escrita y estableció un nuevo decretó antiesclavista. Tras un rápido proceso de modernización, sus esfuerzos fueron entorpecidos porque el gobierno fascista Italiano invadió el imperio etíope de 1936 a 1941.

Etiopía jamás en su historia había sido ocupada por algún ejercito o potencia extranjera, y tras un periodo de ocho meses de resistencia, finalmente el ejercito fascista triunfó bajo el mando del General Garaziani. El emperador Haile Selassie tuvo que salir al exilio para refugiarse en Inglaterra y tras consultarlo con la nobleza, acudió a la Sociedad de las Naciones para abogar por la causa etíope al mismo tiempo que el ejército y la población continuaban la lucha de resistencia nacional.

El 10 de junio de 1936 el emperador pronunció su histórico discurso en la Sociedad de las Naciones, pero la indecisión y las ineficaces sanciones de las naciones europeas, facilitaron las cosas para los italianos. Haile Selassie permaneció en Inglaterra mientras Italia continuaba la ocupación de Etiopía por la fuerza. Durante este difícil periodo para el pueblo etíope, México estrechó los lazos con la nación africana y su soberano Isidro Fabela, representante de México en la Sociedad de las Naciones, proclamó por la liberación y reconocimiento del imperio etíope en respuesta a la postura del representante alemán sobre que Etiopía, ya no era una nación independiente y por tanto, debía otorgársele la tutela gubernamental a la nación italiana. Fue justamente este hito de la diplomacia mexicana, el que llevó a que el 19 de junio de 1954 el emperador Haile Selassie visitara México en agradecimiento a la postura tomada frente a la causa etíope, instaurándose con ello, una histórica relación de amistad e intercambio cultural entre las dos naciones.

Tras una larga estancia en Inglaterra, el emperador Haile Selassie finalmente decidió partir hacia Egipto con la finalidad de recuperar su Imperio. El 13 de junio de 1940.

“Un misterioso Sr. Stong partió del puerto de Poole, en la costa sur de Inglaterra a bordo del Sunderland con destino a Egipto. Haile Selassie, alias Sr. Stong estaba camino a su patria. El viaje fue tranquilo y emocionante. Finalmente el 25 de junio el barco llamado Sunderland piso tierra firme en Alejandría. Siete días después, el emperador, ahora trasformado en Sir William Platt, planeó la campaña para liberar a Etiopía del yugo italiano. Mientras tanto, las noticias del retorno de Haile Selassie a África llegaron a su pueblo, estimulando la insurrección. Se puede decir que la campaña para liberar Etiopía comenzó cuando el General Platt inició la ofensiva contra Eritrea, pero en noviembre un cierto “Mayor Orde Wingate” –que desde entonces paso a ser conocido como el Napoleón de la guerra de guerrillas- llegó a Cartum en donde con la dirección de Platt y la autoridad de Haile Selassie organizó la Fuerza Guideon, de dos mil patriotas etíopes comandados en su mayoría por oficiales británicos. El 18 de junio de 1941, mientras las tropas de Platt se preparaban para atacar Kassala e invadir Etiopía, la Fuerza Guideon llegó a la pequeña aldea fronteriza de Um Iddla y dos días después, el emperador, junto con las tropas de Wingate, ondeó la gloriosa bandera de Etiopía con el León de Judá en lo más alto sobre los cielos etíopes. Para que finalmente el 5 de Mayo de 1941, el Emperador regresó victorioso a la capital de su Imperio” .

Tras la recuperación del imperio, durante los siguientes diez años, Haile Selassie se dedico a la reconstrucción del reino sin dejar de lado los asuntos internacionales de Etiopía un miembro fundador de la ONU. En el año 1955 proclamó una nueva Constitución y la elección de diputados por sufragio universal. En 1961 fundó la primera universidad de Etiopía y en 1963 convocó a Addis Abeba a los jefes de Estados africanos y fundo la primera organización continental posterior al holocausto africano: la Organización de Unidad Africana (OUA), ganándose de tal forma el titulo del “Padre de la Unión Africana”. En enero del año 1965 organizó una conferencia con las iglesias Ortodoxas Orientales en Addis Abeba y convocó a los patriarcas de cada iglesia que hacía siglos no se reunían. En dicha histórica conferencia, el emperador se ganó el titulo de “Defensor de la Fe”. Durante los años sesenta, el emperador realizó varias expediciones transoceánicas para visitar a los africanos esparcidos por el mundo; esta gira incluyó una memorable visita al Caribe en 1966 y entre otras de las tantas naciones que visitó, se encuentran España, Francia, Inglaterra, Dinamarca, Rusia, Alemania, Italia, Yugoslavia, Checoslovaquia, Bélgica, Portugal, Grecia, Holanda, Estados Unidos, Canadá, Brasil y México.

En 1975, después del más histórico y maravilloso reinado de unos 44 años, a la edad de 82 años, el emperador fue depuesto y trasladado al Palacio de Menelik por la cuarta división del ejército del gobierno militar provincial que reemplazaría su reinado. Haile Selassie fue el ultimo monarca que ocupo el trono de Etiopía y es recordado como su gran restaurador y “Señor de Señores”.

«Rastafari es un real camino de rectitud y dignidad, ante tanta corrupción y decadencia moral, Un camino de Unidad Universal ante tanta división humana. Rastafari nos enseña a convertirnos en nuevas personas y así comenzar a construir una nueva humanidad, para la cual, nos advierte, debemos prepararnos día a día progresando espiritual y materialmente». Ras Don Judá

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Por Jahriel