Relación de la Cannabis: Leyendas del Movimiento Rastafari y la música reggae.
La Cannabis circuló a través de los siglos (como se ha visto en el Capítulo 1), no sólo entre curanderos y brujos, sino también como planta recreativa e inocua. En el siglo XX el concepto chamanismo estaba prácticamente restringido al lenguaje antropológico hasta que Bob Marley emergió cantando (y encantado) los principios de la cultura Rastafari y la sacralizad de la Cannabis:
“Nosotros usamos la hierba, ¿sabes? La hierba es la salud de la nación, como el alcohol es la destrucción de la humanidad. Ellos deben aceptar la hierba, deben aceptar a Rastafari. Y digo que deben aceptarlo. Nosotros aceptamos la hierba, la hierba es más importante que las personas que no lo aceptan, porque es una realidad. Quiero decir que no es algo artificial, algo que tú creas. La hierba tiene sentido por sí misma. Herb es una planta, quiero decir es una planta buena, una planta buena para todo. ¿Por qué esa gente quiere prohibir algo que es tan bueno para todos? Ellos que se llaman a sí mismos gobierno, cuando dicen que no debemos usarla. Busco y no encuentro razones para no usarla. Ellos dicen que no debemos usarla porque nos vuelve rebeldes. Pero, ¿rebeldes contra que? La hierba es algo que hace la vida mejor, así que yo mejor si la uso”. Bob Marley, hijo de un marinero inglés y de una mulata jamaicana, no llegó a conocer a su padre. Como tantos otros marineros el padre de Marley sedujo a la bella jamaicana con promesas de regresar. Ella ya estaba embarazada cuando él partió hacia Inglaterra para nunca retornar a Jamaica. Bob creció en los alrededores de Kingston; conoció desde pequeño la miseria, la desagregación social y la violencia del modelo colonialista. Pero, también, el Rastafari (oriundo del valle de Goján, en Etiopía) y la práctica de fumar la mágica hierba a la que denominaban “Wisdom Weed” (hierba de la sabiduría o del conocimiento).
En realidad, el mayor activista en la divulgación del uso de la planta e un contexto sagrado había sido reverendo Leonard P. Howell, quien en las décadas del veinte y del treinta la introdujo en el dietario rasta jamaicano, en contraposición al tabaco y al alcohol de los blancos y como medio de autoafirmación de la comunión con la naturaleza y las tradiciones herborísticas y ancestrales africanas. De esta forma, mientras que en Europa y estados Unidos muchos grupos de rock propagaban la Cannabis como elemento recreativo y al mismo tiempo que muchos pasaban a consumir otras drogas (las consideradas drogas “duras”, como la heroína y la cocaína), o abusar del alcohol, desde Jamaica comenzaba a propagarse un fuerte movimiento al compás de “Get up for your Rights” (Levántate por tus derechos). Éste asumió la forma de un himno a las libertades individuales y una poesía de contestación ante el dominio de la sociedad de consumo y en pro de la autoafirmación cultural. También alertaba sobre los peligros de usar las drogas “líricas”, como el tabaco, el alcohol y la cafeína. Dentro de su práctica pacifista, Marley aceptó participar de un concilio: los dos principales líderes políticos rivales de Jamaica se encontrarían y su música y su presencia serían los elementos que sellarían esa paz. Pocas horas antes de que el encuentro comenzara, se sucedió un atentado nunca aclarado y Marley fue alcanzado por un disparo en el brazo. De todas maneras, sin siquiera recibir asistencia medica, participó del concilio y estableció las bases para la paz entre los dos enemigos. Esa misma noche partió hacia su exilio en Londres. Así confabularon los avatares del destino para que Marley grabase su primer disco en Londres, la tierra del padre que no lo había reconocido.
De personalidad más combativa, Winston Mcintosh, Peter Tosh, el Dr.Arbusto (Bush Doctor), nos legó «Legalize it» y la siguiente reflexión: “Érase una vez, cuando vine al planeta Tierra, me enseñaron y me lavaron el cerebro para creer que la hierba, también conocida como Ganja, es la droga y veneno más peligrosa. Y me enseñaron a tenerle miedo. Es bueno estar en contacto permanente con Jah, no me dejo influenciar por los hombres, eres tú quien me enseña lo que está bien y lo que está mal”.
Como planta sagrada dentro de un contexto cultural y religioso, las referencias más antiguas hasta nuestros días se encuentran en el shivaismo, cuyos adeptos la utilizan como canal de encuentro con la divinidad. Mas adelante estaremos hablando del “Cristianismo por el Cannabis”. De origen más moderno encontrado en el movimiento cristiano que en Estados Unidos se autodenomina “Christian for cannabis”.
“Valoremos así al hombre como subordinados de Cristo y mayordomos de los secretos sagrados de Dios. Por lo tanto, no juzguen nada antes de su debido tiempo, hasta que venga el Señor…” Corintios 4:1-5